Finanzas del Consumidor

Factores que Afectan la Educacion Financiera de las Personas con Conocimientos Limitados del Ingles Gao ID: GAO-10-869 August 4, 2010

This is the Spanish Language summary of GAO-10-518. According to Census data, more than 12 million adults in the United States report they do not speak English well or at all. Proficiency in reading, writing, speaking, and understanding the English language appears to be linked to multiple dimensions of adult life in the United States, including financial literacy--the ability to make informed judgments and take effective actions regarding the current and future use and management of money. The Credit Card Accountability, Responsibility and Disclosure Act of 2009 mandated GAO to examine the relationship between fluency in the English language and financial literacy. Responding to this mandate, this report examines the extent, if any, to which individuals with limited English proficiency are impeded in their financial literacy and conduct of financial affairs. To address this objective, GAO conducted a literature review of relevant studies, reports, and surveys, and conducted interviews at federal, nonprofit, and private entities that address financial literacy issues and serve people with limited English proficiency. GAO also conducted a series of focus groups with consumers and with staff at community and financial organizations. GAO makes no recommendations in this report.

Staff at governmental, nongovernmental, and private organizations that work with non-English speaking populations consistently told us that, in their experience, a lack of proficiency in English can create significant barriers to financial literacy and to conducting everyday financial affairs. For example, service providers and consumers with limited English proficiency told us that because most financial documents are available only in English, individuals with limited English proficiency can face challenges completing account applications, understanding contracts, and resolving problems, such as erroneous bills. In addition, financial education materials--such as print material, Web sites, broadcast media, and classroom curricula--are not always available in languages other than English and, in some cases, Spanish. Further, information and documents related to financial products tend to be very complex and can use language confusing even to native English speakers. In some cases, written financial materials are provided in other languages, but the translation may not be clear if it is not written using colloquial or culturally appropriate language. Interpretation (oral translation) can also be of limited usefulness if the interpreter does not fully understand or is not able to explain the material, a problem exacerbated by the fact that adults with limited English proficiency often receive assistance from their minor children. Many factors other than language also influence the financial literacy of individuals with limited English proficiency. For example, immigrants may lack familiarity with the U.S. financial system and its products, which can differ greatly from those in their native countries. Cultural differences can also play a role in financial literacy because different populations have dissimilar norms, attitudes, and experiences related to managing money. For instance, in some cultures carrying debt is viewed negatively, which may deter immigrants from such cultures from taking loans to purchase homes or cars and building credit histories. In addition, some studies have reported a correlation between financial literacy and levels of income and education. As a result of these issues, some service providers and advocates suggested that efforts to improve the financial literacy of people with limited English proficiency go beyond translation and also address underlying cultural and socioeconomic factors. Evidence suggests that people with limited English proficiency are less likely than the U.S. population as a whole to have accounts at banks and other mainstream financial institutions. They are also more likely to use alternative financial services--such as payday lenders and check-cashing services--that often have unfavorable fees, terms, and conditions. Further, the Federal Trade Commission and immigrant advocacy organizations have noted that some populations with limited English language skills may be more susceptible to fraudulent and predatory practices. Several service providers we spoke with said that financial education can play an important role in helping consumers with limited English proficiency avoid abusive and predatory practices.



GAO-10-869, Finanzas del Consumidor: Factores que Afectan la Educacion Financiera de las Personas con Conocimientos Limitados del Ingles Este es el archivo de texto accesible para GAO número de reporte de la GAO-10-869 titulado 'Finanzas Del Consumidor: Factores que Afectan la Educación Financiera de las Personas con Conocimientos Limitados del Inglés' que fue lanzado el 05 de agosto 2010. Este archivo de texto ha sido formateado por los EE.UU. Oficina de Responsabilidad Gubernamental (GAO) para ser accesible a usuarios con impedimentos visuales, como parte de un proyecto a largo plazo para mejorar la accesibilidad de los productos de la GAO. Todo se ha intentado mantener la estructura e integridad de datos del producto original impresa. 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Informe a los Comités del Congreso: United States Government Accountability Office: GAO: Agosto 2010: Finanzas Del Consumidor: Factores que Afectan la Educación Financiera de las Personas con Conocimientos Limitados del Inglés: GAO-10-869: [Fin de la sección] United States Government Accountability Office: Washington, DC 20548: 4 de agosto de 2010: The Honorable Christopher J. Dodd: Chairman: The Honorable Richard C. Shelby: Ranking Member: Committee on Banking, Housing, and Urban Affairs: United States Senate: The Honorable Barney Frank: Chairman: The Honorable Spencer Bachus: Ranking Member: Committee on Financial Services: House of Representatives: Los Estados Unidos tiene una población muy diversa, con distintas culturas de todo el mundo. El inglés no es el primer idioma de muchas de las personas que viven en los Estados Unidos y un gran número tiene conocimientos limitados del inglés a la hora de leer, escribir, hablar o entender el idioma. Por ejemplo, de acuerdo a las estadísticas del Censo de 2008, más de 12 millones de adultos dijeron que no hablan bien el inglés ó que no hablan nada del inglés. El nivel de conocimientos del inglés parece estar conectado con un número de experiencias en la vida de las personas en los Estados Unidos, incluyendo la participación en actividades cívicas y del trabajo, y su movilidad económica. La capacidad de hablar inglés también puede tener un efecto en la educación financiera para tomar decisiones informadas y tomar medidas más eficaces sobre cómo usar y administrar el dinero en la actualidad y en el futuro. La Ley de Credit Card Accountability, Responsibility and Disclosure Act of 2009 requirió que GAO examinara la relación entre la fluidez del inglés y la educación financiera.[Nota al pie 1] Este informe está creado en respuesta a dicho mandato al examinar hasta dónde, si se diera el caso, las personas con conocimientos limitados del inglés tienen menos acceso a conocimientos financieros y a realizar sus gestiones financieras. Para tratar este asunto, se llevo a cabo una evaluación de estudios, informes y encuestas relevantes. También se realizaron entrevistas y se recopilaron estudios y materiales educativos de distintas agencias federales, incluyendo la Comisión Federal de Comercio (Federal Trade Commission) y el Departamento del Tesoro (Department of the Treasury), de organizaciones que sirven o que abogan por comunidades con conocimientos limitados del inglés, de organizaciones que ofrecen educación financiera o servicios de soporte en torno a la educación financiera, y de instituciones con servicios financieros. También se organizaron discusiones entre una serie de 10 grupos de enfoque. Cada grupo incluía entre 5 y 11 participantes y se concentró en las barreras a las que se enfrentan las personas con conocimientos limitados del inglés cuando desean mejorar sus conocimientos financieros y realizar sus gestiones financieras. Los grupos incluían 2 grupos de enfoque con personas de habla española y vietnamita, respectivamente, y conocimientos limitados del inglés, y 8 grupos de enfoque con proveedores de servicios que incluían personal de organizaciones comunitarias, cooperativas de crédito, agencias de asesoramiento crediticio y educación financiera, bancos grandes y comunitarios, todos que ofrecen servicios a consumidores con conocimientos limitados del inglés. Mientras que la información que se recogió de nuestros grupos de enfoque y de las organizaciones que se contactaron para este estudio ofrecieron un contexto para los temas presentados, no se puede generalizar a las poblaciones enteras representadas por estos grupos. También es posible que nuestro trabajo no haya tratado todas las diferentes perspectivas del gran número de culturas representadas por personas con conocimientos limitados de inglés en los Estados Unidos. El trabajo se realizó entre agosto de 2009 y mayo de 2010 en cumplimiento con todas las secciones del Esquema de Control de Calidad de GAO que son relevantes a nuestro objetivo. El esquema requiere que se diseñe un plan y se lleve a cabo el compromiso para obtener suficientes pruebas apropiadas para cumplir con nuestro objetivo definido y discutir cualquier limitación en nuestro trabajo. Creemos que la información y los datos obtenidos y el análisis realizado ofrecen una base razonable para cualquier hallazgo y conclusión para este material. Resumen de los resultados: Las barreras lingüísticas pueden ser un impedimento para realizar las transacciones financieras de cada día: El personal con el que hablamos en las instituciones financieras, agencias federales y organizaciones comunitarias que trabajan con comunidades que no hablan inglés nos comentaron que, en su experiencia, tener conocimientos limitados del inglés representa una barrera importante para obtener conocimientos financieros. Por ejemplo, los proveedores de servicios y los consumidores con inglés limitado nos dijeron que la mayoría de los documentos financieros están disponibles sólo en inglés, lo que impide que las personas con conocimientos limitados del inglés puedan llenar solicitudes, entender y firmar contratos y realizar las transacciones financieras de cada día sin asistencia. Además, varios banqueros y otros con quienes hablamos indicaron que las personas que no saben escribir en inglés tienen dificultad en escribir cheques, ya que es necesario deletrear la cantidad en dólares en el cheque. Algunos consumidores y proveedores de servicios con quienes hablamos también indicaron que los conocimientos limitados del inglés representa una barrera a la hora de hacer preguntas, como puede ser pedir información sobre tasas adicionales en sus tarjetas de crédito, o resolver problemas, como corregir errores en estados de cuenta. Los recursos de educación financiera disponibles--como materiales impresos, sitios Web, medios de difusión y materiales para las aulas--tampoco están siempre disponibles en otros idiomas que no sean el inglés. Además, la información y documentación pertinente a instrumentos financieros tiende a ser muy compleja y puede ser difícil de entender, incluso para personas que hablan inglés. La Comisión Federal de Educación Financiera (Financial Literacy and Education Commission), compuesta por 20 agencias federales, ha notado que la gestión financiera personal es un asunto extremadamente complejo que requiere recursos significativos y compromiso de los consumidores para entender y evaluar la multitud de productos financieros disponibles en el mercado.[Nota al pie 2] Además, el lenguaje que se usa en estos documentos financieros puede ser extremadamente confuso. En el 2008, el Consejo Nacional de La Raza organizó a cuatro grupos de enfoque para discutir temas de crédito y encontró que, para algunos hispanos, las barreras idiomáticas intensifican las dificultades que todos los participantes enfrentan en entender la terminología y los detalles de las solicitudes, contratos e informes crediticios.[Nota al pie 3] En algunos casos, los materiales financieros se ofrecen en idiomas distintos del inglés, pero la traducción no siempre se puede entender si no se escribe usando un lenguaje coloquial o apropiado para cada cultura. Un informe de 2004 realizado por el Consejo Nacional de La Raza muestra que los materiales de educación financiera a menudo están traducidos del inglés al español de manera literal, lo que puede resultar difícil de entender para el lector.[Nota al pie 4] La interpretación, es decir, la traducción oral, también puede ser un problema. Los proveedores de servicios con quienes hablamos dijeron que las personas con conocimientos limitados del inglés a menudo dependen de amigos y familiares para actuar como sus intérpretes al tratar sus temas financieros. El problema es que los intérpretes no siempre van a poder entender o explicar el material. En particular, las personas que representan a las comunidades de inmigrantes nos dijeron que los adultos a menudo usan como intérpretes a sus hijos pequeños, que tal vez ni siquiera tengan la capacidad de entender correctamente la información más compleja. Muchos factores además del idioma afectan la educación financiera de las personas con conocimientos limitados del inglés: Los funcionarios de las agencias federales, los expertos en educación financiera y el personal de los proveedores de servicios como pueden ser las organizaciones sin fines de lucro, cooperativas de crédito y bancos que trabajan con las comunidades de inmigrantes, nos informaron que otros factores además del idioma pueden servir como barreras para la educación financiera de las personas con conocimientos limitados de inglés. Estos incluyen: * Falta de comprensión del sistema financiero de los Estados Unidos: Algunos inmigrantes que vienen a los Estados Unidos, algunos de los cuales no hablan bien el inglés, no están familiarizados con el sistema financiero y los productos financieros de los Estados Unidos, los cuales pueden ser muy distintos de aquellos en sus propios países. Estas personas pueden tener muy poca experiencia con instituciones financieras principales, como los bancos, o con tarjetas de crédito o programas de jubilación. * El papel que desempeñan las culturas: Las diferencias culturales pueden desempeñar un papel importante en la educación financiera y en la forma de llevar a cabo asuntos financieros porque cada comunidad puede tener normas, percepciones y experiencias diferentes acerca de cómo administrar el dinero. Por ejemplo, en algunas culturas la práctica de tomar dinero prestado o tener deudas tiene una connotación negativa, lo cual puede disuadir a inmigrantes de esa cultura de tomar un préstamo para comprar una casa o un automóvil, y asi desarrollar un historial de crédito. * Falta de confianza en las instituciones financieras: Algunas de las percepciones que tienen algunos de los inmigrantes hacia las instituciones financieras están influenciadas por sus observaciones y experiencias en sus propios países. Una publicación académica sobre el acceso que tienen los inmigrantes a los servicios financieros destacó que algunas familias de inmigrantes en los Estados Unidos no tienen cuentas bancarias por falta de confianza hacia los bancos, especialmente si las instituciones financieras en sus países estaban definidas por inestabilidad, falta de transparencia o fraude.[Nota al pie 5] * Ingresos y educación: Algunos estudios muestran una relación entre ingresos y educación financiera, y por lo general las personas con conocimientos limitados del inglés tienen ingresos más bajos, como promedio, que la población de los Estados Unidos.[Nota al pie 6] También hay evidencia que indica que es más probable que las personas en los Estados Unidos con conocimientos limitados del inglés son más propensas a tener bajos niveles educativos. Una encuesta encontró que existe una relación entre los resultados de los exámenes sobre conceptos básicos financieros y el nivel educativo de las personas que realizan estos exámenes y sus padres.[Nota al pie 7] * Algunos proveedores de servicios y representantes de la comunidad nos dijeron que puesto que otros factores además del idioma también afectan los conocimientos financieros de las personas con conocimientos limitados del inglés, tal vez no sea suficiente con proporcionar traducciones de los productos financieros o de los materiales de educación financiera para superar los obstáculos para la educación financiera. Tambien dijeron que aunque superar las barreras idiomáticas es importante, los esfuerzos por mejorar la educación financiera y el bienestar de las personas con conocimientos limitados del inglés también deben concentrarse en los problemas culturales y socioeconómicos. Los consumidores con conocimientos limitados del inglés pueden ser más propensos a usar servicios financieros alternativos y pueden estar más expuestos a prácticas fraudulentas y abusivas: La evidencia demuestra que las personas con conocimientos limitados del inglés son más propensos que la población estadounidense en general a no tener cuentas de banco o en otras instituciones financieras principales. Esta condición se conoce comúnmente como "sin experiencia bancaria" o "con poca experiencia bancaria."[Nota al pie 8] Una encuesta nacional realizada en 2009 por la Federal Deposit Insurance Corporation (FDIC) encontró que un 35.6 por ciento de las familias que hablan sólo español en casa se clasificaba como "sin experiencia bancaria," comparado con un 7.1 por ciento de familias donde el español no era el único idioma que se habla en casa.[Nota al pie 9] Según la FDIC, los consumidores sin o con poca experiencia bancaria podrían pagar tarifas excesivas por sus servicios financieros básicos, estar más expuestos a perder su dinero o al robo, o tener dificultad para generar historiales crediticios y conseguir seguridad financiera. [Nota al pie 10] La FDIC también ha documentado que las familias sin experiencia bancaria tienden más a usar servicios financieros alternativos y que aproximadamente dos-terceras partes de estas familias han usado en el último año casas de empeño, préstamos contra sueldo, contratos de alquiler con opción a compra, órdenes de pago no realizadas en un banco, o servicios de pago de cheques.[Nota al pie 11] Los proveedores de servicios financieros alternativos, como por ejemplo, los que ofrecen préstamos contra sueldo y las casas de pago de cheques, suelen concentrarse en vecindarios con familias de bajos ingresos, minorías étnicas e hispanos, según un estudio realizado en 2004 por el Urban Institute.[Nota al pie 12] Algunos inmigrantes se sienten atraídos por estos servicios alternativos porque a menudo estas instituciones sirven específicamente a su comunidad y, entre otras cosas, piden muy poca o ninguna documentación, contratan a empleados que hablan su idioma y ofrecen horarios convenientes. Sin embargo, el uso tan común de este tipo de servicio ha creado preocupación ya que las tasas que cobran por sus préstamos son generalmente mucho más altas que las que cobran las instituciones financieras tradicionales, y otros términos y condiciones de dichos préstamos suelen ser desfavorables para el consumidor que toma el préstamo. Hay evidencia que sugiere que algunas poblaciones con conocimientos limitados del inglés pueden estar más expuestas a prácticas fraudulentas y abusivas. Los proveedores de servicios que trabajan en comunidades con un inglés limitado nos comentaron que hay personas sin escrúpulos que usan su capacidad de hablar con fluidez en el idioma de la otra persona para establecer un nivel de confianza y después aprovecharse de ellos. La Comisión Federal de Comercio (Federal Trade Commission) ha observado algo parecido que los inmigrantes hispanos, especialmente aquellos con conocimientos limitados del inglés, pueden estar más expuestos a estafas de tarjetas de crédito y a otras prácticas abusivas. Según la agencia, persiguieron 37 casos de fraude dirigidos a consumidores hispanos con conocimiento limitado del inglés como parte de su Hispanic Law Enforcement and Outreach Initiative entre abril de 2004 y septiembre de 2006.[Nota al pie 13] La Comisión Federal de Comercio también ha traducido al español docenas de publicaciones para el consumidor, en parte para reducir la vulnerabilidad de los consumidores hispanoparlantes a fraudes y estafas. Varios de los proveedores de servicios con quienes hablamos dijeron que la educación financiera puede jugar un papel muy importante en ayudar a los consumidores con conocimientos limitados del inglés a evitar las prácticas fraudulentas y abusivas. Comentarios de las agencias: Se envió una copia de este informe al Departamento del Tesoro y a la Comisión Federal de Comercio para revisión y ninguna agencia hizo comentarios al respecto. Contacto en GAO: Alicia Puente Cackley, (202) 512-8678 o cackleya@gao.gov: Reconocimientos al personal: Además de la persona de contacto mencionada, Jason Bromberg (Director Adjunto), Grant Mallie, Linda Rego, Rhonda Rose, Jennifer Schwartz, Andrew Stavisky y Betsey Ward hicieron aportaciones importantes a este informe. Firmado por: Alicia Puente Cackley: Director, Financial Markets and Community Investment: [Fin de la sección] Notas al pie: [1] Pub. L. No. 111-24, § 513, 123 Stat. 1734, 1765-66 (2009). Este informe es un resumen traducido al español del informe completo, GAO, Consumer Finance: Factors Affecting the Financial Literacy of Individuals with Limited English Proficiency, GAO-10-518 (Washington, D.C.: 21 de mayo de 2010). [2] Comisión Federal de Educación Financiera (Financial Literacy and Education Commission), Adueñándonos del futuro: La estrategia nacional para la educación financiera (Washington, D.C.: abril de 2006). [3] Greenberg Quinlan Rosner Research informe para el Consejo Nacional de La Raza, NCLR: Credit Education Materials Development Focus Group Report (25 de julio de 2008), p. 1. [4] Brenda Muñiz, Consejo Nacional de La Raza, Financial Education in Latino Communities: An Analysis of Programs, Products, and Results/ Effects (Washington, D.C.: 2004), p. 11. [5] Una Okonkwo Osili y Anna L. Paulson, "Immigrants' Access to Financial Services and Asset Accumulation," Insufficient Funds: Savings, Assets, Credit and Banking Among Low-Income Households (Nueva York, Nueva York: Russell Sage Foundation Press, 2009). [6] Por ejemplo, consulte la publicación del Federal Reserve Bank of Chicago y el Brookings Institution, Financial Access for Immigrants: Lessons from Diverse Perspectives (mayo de 2006), http://www.chicagofed.org/digital_assets/others/communities/financial_ac cess_for_immigrants/lessons_from_diverse_perspectives.pdf (accedido el 29 de marzo de 2010). [7] Lewis Mandell, PhD, para The Jump$tart Coalition for Personal Financial Literacy, The Financial Literacy of Young American Adults: Results of the 2008 National Jump$tart Coalition Survey of High School Seniors and College Students (Washington, D.C.: 2008), p. 13. [8] La FDIC ha definido a las familias "sin experiencia bancaria" como aquellas sin cuentas corrientes o de ahorro, y "con poca experiencia bancaria" como aquellas que tienen este tipo de cuentas pero también dependen de otros servicios financieros alternativos. [9] Federal Deposit Insurance Corporation, FDIC National Survey of Unbanked and Underbanked Households (Washington, D.C.: diciembre de 2009), pp. 16-17. [10] FDIC National Survey of Unbanked and Underbanked Households, p. 13. [11] FDIC National Survey of Unbanked and Underbanked Households, p. 12. Los préstamos contra sueldo son préstamos a corto plazo que se suelen ofrecer a clientes que tienen una cuenta corriente y pueden demostrar que tienen un trabajo. Los contratos de alquiler con opción a compra son contratos para comprar productos, como muebles o computadoras, bajo acuerdos de alquiler con opción a compra que permiten a los consumidores ser los dueños de estos productos al final del contrato. Lea la publicación de la FDIC Alternative Financial Services: A Primer en http://www.fdic.gov/bank/analytical/quarterly/2009_vol3_1/AltFinServices primer.html (accedida el 6 de abril de 2010). [12] Kenneth Temkin y Noah Sawyer, The Urban Institute, Analysis of Alternative Financial Service Providers, preparado para la Fannie Mae Foundation (Washington, D.C.: 2004). [13] Comunicado de Prensa, "La Comisión Federal de Comercio Protege a los Consumidores de EE UU, la FTC Anuncia Nuevos —xitos en la Campaña para Detener el Fraude Dirigido contra Hispanos" (27 de septiembre de 2006), http://www.ftc.gov/opa/2006/09/nyworkshopsp.shtm (accedido el 27 de octubre de 2009). [Fin de la sección] Misión de GAO: La Oficina de Responsabilidad Gubernamental, la auditoría, evaluación, y el brazo investigador del Congreso, existe para apoyar al Congreso en el cumplimiento de sus responsabilidades constitucionales y para ayudar a mejorar el desempeño y la rendición de cuentas del gobierno federal para el pueblo estadounidense. GAO examina el uso de fondos públicos, evalúa los programas y políticas federales, y proporciona análisis, recomendaciones y otro tipo de asistencia para ayudar a tomar control del Congreso, la política y las decisiones de financiación. el compromiso de la GAO para el buen gobierno se refleja en sus valores fundamentales de la rendición de cuentas, la integridad y confiabilidad. La obtención de copias de los informes de la GAO y el testimonio: La forma más rápida y fácil para obtener copias de los documentos de la GAO es sin costo alguno a través del sitio Web de la GAO (www.gao.gov). Todas las tardes entre semana, los puestos de la GAO en su página web recién publicado informes, testimonios, y la correspondencia . Para que la GAO de correo electrónico que una lista de los nuevos productos Nuevo, vaya a www.gao.gov y seleccione "Actualizaciones de correo electrónico." Ordenar por Teléfono: "El precio de cada publicación GAO refleja coste real de la GAO de producción y distribución y depende del número de páginas en la publicación y si la publicación se imprime en color o blanco y negro. Precios y pedidos de información es publicada en el sitio Web de la GAO", http://www.gao.gov/ordering.htm. Realizar pedidos llamando al (202) 512-6000, línea gratuita (866) 801- 7077, o TDD (202) 512-2537. Los pedidos pueden ser pagados con American Express, Discover Card, MasterCard, Visa, cheque o giro postal. Llame para más información. 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